El ensilado de maíz (Zea mays L.) se elabora a partir de la planta entera. Es uno de los forrajes más valorados en rumiantes debido principalmente a:
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Gran rendimiento de la cosecha (>20 T de Materia Seca/Ha)
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Requiere menos mano de obra (ya que se cosecha en una sola operación)
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Su producción suele ser menos costosa (por T de MS) que la de otros cultivos forrajeros (NASS, 2015; Arvalis, 2011; Roth et al., 2001)
Operaciones de cosecha y picado

Un contenido de MS inferior o superior puede dar lugar a una mala calidad del ensilado.
Un contenido de MS inferior al 30% aumenta el riesgo de deterioro bacteriano y fúngico (Johansson, 2011).

Un alto contenido de MS por una cosecha tardía puede causar un bajo valor nutritivo del ensilado debido a la mala digestibilidad del almidón y la fibra (Giardini et al., 1976).
Para superar esto, el ensilado de maíz cosechado tardíamente debe ser picado finamente (UWEX, 2016).
Operaciones de picado
El picado eficiente del maíz es un equilibrio entre el picado fino, que tiene como objetivo mejorar la compresión del silo (las partículas de más de 20 mm son normalmente indeseables), y el picado grueso, que aumenta el valor nutritivo y limita el riesgo de acidosis.
La calidad del picado es variable, dependiendo de las máquinas de recolección, picado y deshilachado.
La longitud media de las partículas oscila entre 8-10 mm y 11-15 mm (Battegay et al., 2013).
Se han desarrollado equipos de picado para aumentar la longitud de las partículas hasta 26-30 mm, al tiempo que se incrementa la digestibilidad mediante el triturado. Este proceso, denominado Shredlage®, se utiliza comercialmente en Estados Unidos y en Europa (Ferraretto et al., 2012).

Gestión del ensilado
En condiciones óptimas, los microorganismos de deterioro no se desarrollarán. Una buena gestión del ensilado es muy importante para prevenir los mohos y las micotoxinas.
Las malas condiciones de gestión del silo incluyen:
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Contenido inadecuado de MS del forraje que reduce la densidad final del ensilado;
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longitud inadecuada de las partículas;
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llenado lento del silo;
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sellado y compresión imperfectos;
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retraso en la caída del pH del forraje;
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penetración de aire en el forraje ensilado;
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maquinaria y técnicas de descarga inadecuadas.
Unas condiciones de ensilado deficientes pueden exponer el ensilado al riesgo de penetración de aire, daño por calor de los nutrientes y proteólisis excesiva. Pueden favorecer el desarrollo de microorganismos aerobios de deterioro y la producción de micotoxinas.
Estas condiciones perjudiciales son propensas a producirse en la superficie del silo si no se sella adecuadamente (Gallo et al., 2015).
Durante el llenado del silo es necesario utilizar plásticos limpios, nuevos y de buena calidad para cubrir el suelo y el ensilado. Es posible utilizar plásticos viejos para la doble protección del silo (por encima de la primera capa de sellado nueva) (Sagot et al., 2014).
Tras la apertura del silo, el oxígeno pasa a estar disponible en la superficie expuesta.
La actividad de las levaduras y los mohos resultante de la supervivencia de las esporas fúngicas, o de una recolonización, puede reducir la estabilidad del material ensilado y favorecer el desarrollo de hongos potencialmente toxigénicos una vez abierto el silo (Gallo et al., 2015).
Para reducir la penetración del aire y garantizar una buena fermentación son necesarios procedimientos preventivos:
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el tamaño de las partículas debe adaptarse al contenido de humedad (con un contenido de humedad bajo, el tamaño de las partículas debe ser menor)
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el tamaño del silo, especialmente en el frente, debe adaptarse al número de animales a alimentar, para que este frente abierto no esté expuesto durante demasiado tiempo entre cortes.
En Europa, se aconseja cortar 20-30 cm de ensilado cada día, y el tamaño del silo debe calcularse en función de esta recomendación y del número de animales (Sagot et al., 2014).
La compresión del ensilado debe ser completa y se deben utilizar plásticos de polietileno de buena calidad para cubrir la masa ensilada.
Tras el sellado, el silo debe someterse a una distribución adecuada del peso (sacos pesados o neumáticos de coche) en la parte superior para limitar el contacto con el oxígeno en las zonas periféricas del silo (Gallo et al., 2015).
Gestión del forraje
El cultivo de maíz proporciona rendimientos más altos que la mayoría de los otros forrajes, > 20 de MS/Ha, aunque depende de la densidad de siembra (aprox 90.000 plantas/Ha).
Híbridos
El desarrollo de híbridos de maíz ha sido fundamental para el éxito mundial del ensilado de maíz, y la elección de un híbrido adecuado es el factor más importante para una producción de ensilado rentable.
Los principales criterios para seleccionar una variedad híbrida son:
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El rendimiento.
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La precocidad
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La resistencia a las enfermedades, las plagas y el encamado (Delmotte, 2010).
Las características del tallo suelen modificarse con el objetivo de aumentar la digestibilidad de la fibra en el ensilado de maíz.
Las características del grano pueden alterarse mediante modificaciones en la composición de nutrientes o almidón (Ferrareto et al., 2015).
Algunos híbridos destinados a la producción de grano tienen un alto rendimiento y altas digestibilidades de MS y fibra, por lo que también son adecuados para la producción de forraje.
Impacto medioambiental
La producción de ensilado de maíz incluye dos etapas principales, el picado y el ensilado.La Evaluación del Ciclo de Vida (ECV) de la producción de ensilado de maíz mostró que la etapa de picado era responsable de la mayor parte de la carga ambiental del ensilado de maíz (más del 88% para todas las categorías de impacto evaluadas en la ECV), mientras que el proceso de ensilado es responsable de una parte menor del impacto global (Bacenetti et al., 2015).
En comparación con el ensilado de maíz almacenado en silos de búnker, el ensilado almacenado en bolas de silo mostró un menor impacto ambiental para todas las categorías de impacto evaluadas (de -5% a -9%).
Esta diferencia se explica principalmente por las menores pérdidas de MS que se producen por el uso de las bolas (Bacenetti et al., 2015).
ASPECTOS NUTRICIONALES DEL ENSILADO DE MAIZ

Composición general del ensilado de maíz en función del porcentaje de materia seca
Valores nutricionales
El ensilado de maíz es un forraje heterogéneo que incluye tanto material del grano como fibra (paredes celulares de tallos y hojas) en proporción variable, dependiendo de la genética, el estado de madurez y las condiciones de crecimiento ( Peyrat, 2014 ; Roth et al., 2001 ).
El ensilado de maíz contiene alrededor de 25-35% de materia seca. Es relativamente pobre en proteína (5-10% de MS) y rico en fibra (15-27% de MS), con un contenido de almidón muy variable (18-37% de MS)
Es bajo en lignina y lípidos (alrededor del 2-3% de MS cada uno).
Restricciones potenciales
El cultivo de maíz requiere grandes cantidades de fertilizante nitrogenado (inorgánico o estiércol).
Bajo algunas condiciones, como períodos prolongados de sequía que terminan con lluvias, el nitrógeno puede acumularse en las plantas en forma de nitratos que son tóxicos para el ganado (sobre todo primeros 5 a 7 días después de la lluvia; Bagg, 2012 ; Brewbaker, 2003 ).
Sin embargo, el ensilado y las buenas prácticas pueden reducir el nivel de nitratos en el ensilado.
Las plantas de maíz en el momento de la cosecha no deben estar ni demasiado húmedas ni demasiado secas, para promover una buena fermentación y reducir el contenido de nitratos del ensilado.
Un período de ensilado de 3 a 5 semanas bien administrado puede reducir el contenido de nitrato en un 40 %.
El corte debe realizarse por encima del tercio inferior del tallo, que es donde se encuentran la mayoría de los nitratos ( Bagg, 2012 ).
Deterioro del ensilado y micotoxinas
El deterioro aeróbico puede ocurrir en varias etapas del ensilado y se debe a la presencia de oxígeno en el material ensilado.
El problema más importante con el ensilado de maíz es el desarrollo de Fusarium, que produce vomitoxina (DON), fumonisina, zearalenona y micotoxinas T-2.
Aspergillus es una fuente de aflatoxinas ( Tapia et al., 2005 ).
Penicillium roqueforti produce ácido penicílico, conocido por su actividad antimicrobiana, que perjudica la salud del rumen y reduce el consumo de alimento. Penicillium roqueforti también es responsable de la producción de la neurotoxina roquefortina C y ácido micofenólico, un potente inmunosupresor ( Berge, 2011 ).
Otras especies de Penicillium producen patulina, que afecta la fermentación del rumen y es tanto una neurotoxina como una toxina celular ( Berge, 2011 ).
USOS DEL ENSILADO DE MAIZ EN VARIAS ESPECIES ANIMALES
El ensilado de maíz se ha convertido en el forraje predominante para el ganado rumiante en muchas partes de Europa, Australia, Nueva Zelanda, América del Norte e India, y se ofrece solo o como complemento del pasto.
Sus principales ventajas son:
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Alto contenido de almidón.
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Alta relación de eficiencia proteica
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Contenido relativamente alto de energía y nutrientes digeribles.
Digestibilidad y valores energéticos
La digestibilidad de la MO del ensilado de maíz varía de 62% a 76%, dependiendo de las condiciones de crecimiento y de la etapa de crecimiento en el momento de la cosecha ( Barrière et al., 2003 ; INRA, 2007 ).
La ingesta voluntaria del ensilado de maíz es muy variable.
Los ensilados bien conservados se pueden ingerir a niveles similares a los forrajes de maíz fresco o seco, pero los niveles de ingesta disminuyen con la calidad de la conservación.
Los ensilados mal conservados pueden tener una palatabilidad baja.
La acidez tiene un efecto negativo sobre el consumo de ensilado de maíz en el ganado, ya que generalmente está negativamente relacionado con el contenido de MS, y el vacuno, a diferencia de las ovejas, es muy sensible a esto.
El bajo nivel de proteína del ensilado de maíz, cuando no se complementa, puede afectar negativamente la ingesta ( Dulphy et al., 1996 ).

Uso de ensilado de maíz en dietas con ensilado de hierba

a Los animales fueron suplementados con 4-8 kg/d de concentrado.
Vacuno de engorde
Oveja

a Los animales fueron suplementados con 0 o 200 g/día de harina de soja y/o 5 a 25 kg de concentrado (concentrado total durante el final de la gestación).
En cuanto a los corderos de finalización, el aumento de la madurez del maíz en el momento del ensilado (y por lo tanto la disminución del contenido de almidón) mejoró la ganancia de canal. El ensilado de maíz reemplazó al ensilado de hierba de valor alimenticio medio y alto en la dieta, lo que resultó en una ganancia de canal diaria equivalente o mejorada, respectivamente (Tabla 4).

a Los animales se suplementaron con 0,3 a 1 kg/d de concentrado.
Cabras
En Malasia, la inclusión de proporciones crecientes de ensilado de maíz en el ensilado de hierba (pasto elefante Pennisetum purpureum ) aumentó el consumo de MS y el crecimiento de las cabras.

Influencia de la exposición aeróbica del ensilado de maíz
Sin embargo, resulta complicado atribuir la disminución a una sola causa.
Se recomienda limitar la exposición del ensilado al oxígeno durante el almacenamiento y la alimentación tanto como sea posible debido a sus efectos perjudiciales sobre la ingesta ( Gerlach et al., 2013 ).
Cerdos
Debido a su alto contenido de fibra, el ensilado de maíz no se recomienda para cerdos en crecimiento.
El consumo puede ser tan alto como 4,5-5 kg/cabeza/día, lo que requiere alrededor de 1,25 kg de alimento suplementario ( Blair, 2007 ).
Un estudio anterior encontró que la digestibilidad de la MS del ensilado de maíz era baja (55%) y la digestibilidad de la proteína cruda alta (79%) (Brüggemann, 1939 citado por Voris et al., 1940 ).
Sin embargo, esta aparente mejora de la digestibilidad de la proteína después del ensilado posiblemente fue la consecuencia de la verdadera degradación de la proteína durante la fermentación y la transformación parcial de los aminoácidos en amoníaco completamente digerible pero poco recuperable, como se observó con el ensilado de alfalfa ( Pérez et al., 1990 ).
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